lunes, 30 de julio de 2007

Siguiente etapa SS27

5, 4, 3, 2, 1... Una cuenta atrás que repetida en más de 500 ocasiones representaba el inicio de un duro camino. Kilómetros de desierto esperando a cada participante, para descubrirle de manera repentina peligros que sólo los más preparados y los más prudentes han podido superar. Una prueba en la que el sólo hecho de participar ya implica un alto grado de afán de superación, y una necesidad personal de hallar los propios límites.

Fueron muchos los que acabaron exhaustos, pero portando una media sonrisa que simbolizaba el orgullo por haber terminado tan duro recorrido.

La otra cara se encuentra en aquellos que vieron como sus sueños acababan en la sala de radiología de un hospital. Un triste final después de tantas ilusiones depositadas en un reto, que sin embargo aporta experiencia para poder superarlo la próxima vez.

Resulta curiosa la admiración que despiertan este tipo de personas para quienes les vemos “desde fuera”, y sin embargo, basta con pararse a pensar un poquito, para darse cuenta que igual que ellos, nosotros también competimos.

No puedo recordar el momento en que me dieron salida, pero tengo claro que a pesar de los posibles traspiés que pueda sufrir, voy a enfrentarme a cada nueva etapa como si fuera la última. Procuraré que mis copilotos me den las mejores notas posibles, e intentaré sacar el máximo partido a mi máquina para poder disfrutar al máximo de cada metro avanzado. Miraré por los retrovisores sólo por si me tengo que apartar ante alguien que vaya más rápido, sin pararme demasiado a pensar en los errores que haya podido cometer en las últimas curvas. Disfrutaré con los vítores del público, y con el silencio de los desiertos que me vaya encontrando. Aprovecharé las asistencias para volver a coger fuerzas y miraré siempre hacia delante…

No hay comentarios: